El pasado jueves 23 de noviembre, nuestra selección femenina del Equipo Guenipillan se embarcó en una trascendental jornada al participar en su primer partido oficial de discapacidad. A pesar de que enfrentamos una derrota, es crucial destacar el increíble esfuerzo y dedicación que nuestro equipo femenino exhibió en la cancha.
Este enfrentamiento no solo fue un encuentro deportivo, sino también el comienzo de una nueva etapa para nuestras talentosas jugadoras. La participación en competiciones oficiales de discapacidad no solo desafía los límites preestablecidos, sino que también abre un vasto horizonte de oportunidades para nuestro querido equipo femenino.
Es fundamental comprender que cada partido, victoria o derrota, representa una invaluable experiencia de aprendizaje y crecimiento. Animamos a nuestras jugadoras a no desmotivarse, sino más bien a utilizar esta experiencia como un trampolín para seguir adelante con mayor determinación y compromiso.
En el camino hacia el éxito, los desafíos son inevitables, pero son estos mismos desafíos los que forjan el carácter y la resiliencia. Este no es solo un partido perdido; es una oportunidad para aprender, evolucionar y fortalecer nuestros lazos como equipo.
Sigamos avanzando con la certeza de que este es solo el inicio de una emocionante travesía. Nuestro equipo femenino tiene un futuro prometedor y cada paso que demos nos acercará más a la victoria. Mantengamos la motivación alta y el espíritu competitivo aún más fuerte.
¡Adelante con determinación y orgullo, equipo Güenipillán y alumnas!
